Construir una bomba con palabras
Édgar Adrián Mora, en su libro Continuum, recrea la vida
de Héctor Germán Oesterheld.
Este escritor nació en Tlatlauquitepec, Puebla en 1976. Ha publicado
los libros Memoria del polvo,
Agua, Raza de víctimas, Claves para comprender a América
Latina y Continuum. Una novela sobre Héctor G. Oesterheld.
Noctámbulos
tuvo el placer de conversar con este escritor mexicano para que pudiera contarnos
un poco más acerca de este libro:
¿De dónde nace tu gusto por la escritura?
De la lectura, sin ninguna duda. A pesar de no provenir de un
ambiente letrado, los libros siempre me llamaron la atención. Soy un producto
de la mezcla de los volúmenes de aventuras, con los textos fragmentados de los
libros de texto gratuito de la SEP, más los descubrimientos que el azar permite
en la vida. Cuando ingresé a la universidad la cosa se volvió un poco más
sistemática. Fue en el contacto con profesores y, en general, con el ambiente
que la Universidad Nacional genera, donde descubrí que quería transmitir a
través de la escritura las ideas que se me ocurrían.
¿Cómo surgen tus
historias? ¿Tienes toda la trama en la cabeza antes de empezar a escribir, o la
historia va creciendo a medida que vas escribiendo?
Varía. A veces tengo muy clara la anécdota que quiero contar. En ese
sentido me dedico a llenar los espacios en blanco que hacen coherente o le dan
sentido a esa anécdota. En otras ocasiones sólo tengo una idea inicial muy
clara y, a partir de eso, desarrollo la historia y ensayo diversos desenlaces
para esa idea inicial. A veces, es raro pero ocurre, tengo un final y voy hacia
atrás en el intento de construir un relato que considere digno y eficaz para
ese final. A veces simplemente me siento a escribir y dejo que las palabras
salgan.
Haznos una descripción
introductoria a Continuum
Continuum intenta configurar un relato que se basa en diversos hechos
biográficos de Héctor Germán Oesterheld. La novela pretende narrar la
encrucijada que conformó la vida del guionista de historietas más prolífico de
América Latina con su visión del arte, con su vocación libertaria expresada en
la participación dentro de un movimiento revolucionario, y cómo la combinación
de todo eso dio como resultado una biografía donde los límites entre la ficción
y la realidad no son muy claros; en donde la línea entre lo imaginado y lo
vivido es muy tenue. Juan Sasturain define en una frase muy atinada a
Oesterheld: fue un hombre que vivió a la altura de sus sueños. Ahora, esa vida
está asociada, también y sin duda, a la tragedia que se cebó en su familia: la
muerte de sus cuatro jóvenes hijas, las parejas de éstas y dos de los nietos a
manos de la represión de la dictadura militar.
¿Por qué te interesó
indagar en la vida de este escritor argentino?
La historia es fascinante. Es imposible no sentirse atraído por una
personalidad como la de Oesterheld: el nerd que no sabe qué quiere en la vida y
que cuando lo descubre resulta que es algo por completo fuera de lo común. Me
llamó mucho la atención la facilidad que tenía para aventurarse no sólo en términos de su imaginación sino, incluso, en
su vida profesional. Fundar una editorial de cómics y romper muchos de los
moldes que se imponían en aquel entonces (la tiranía del “continuará…”, por
ejemplo, al publicar historias autoconclusivas). Integrarse a la resistencia armada
a la dictadura y, al mismo tiempo, seguir escribiendo. Creo que esa es una de
las cosas que más admiro en Oesterheld: su capacidad para escribir desde las
situaciones más extremas que uno se pueda imaginar. Era una máquina
impresionante de crear historias.
¿Cómo ha sido el proceso
de creación para este libro?
Comenzó como un interés académico. La idea del héroe colectivo y lo
que ese concepto añadía a un campo en el cual el héroe, por lo general, es un
personaje solitario. Trabajé unos dos años en una investigación académica sobre
Oesterheld, misma que se convirtió en mi tesis de maestría. Había, sin embargo,
una necesidad de contar de manera distinta esa historia que yo había
descubierto. Y así fue como comencé a escribir Continuum. Quise que la vida de
Oesterheld fuera conocida más allá de las páginas de una tesis de grado. Que
fuera una historia asequible que aludiera a reacciones más emocionales en el
lector.
¿Cuál es tu opinión acerca
del movimiento político por el que tuvo que pasar Oesterheld?
Acerca de la dictadura, creo que fue terrible. Y fue un proceso por
el cual pasaron la mayoría de los países de América Latina en esos años feroces
de la Guerra Fría y del militarismo como forma de frenar lo que se consideraba
la amenaza comunista. La frase que rescata el informe de la Comisión Nacional
para la Desaparición de Personas resume lo que debería ser una especie de
recordatorio indeleble en la memoria de nuestros países: “Nunca más”.
¿Te fue fácil recopilar
fuentes para la creación de este libro?
Relativamente. La maravilla de la internet hizo que mucho del
trabajo se desarrollara de manera más amable comparado con las investigaciones
que se hacían antes de la utilización de este tipo de herramientas. Hay mucho
material en la red sobre Oesterheld, mucho de éste reiterativo, pero otro tanto
que ayuda a reconstruir poco a poco su historia. Por internet contacté a
colegas que se dedican al estudio de la historieta en Argentina y que con mucha
generosidad distribuyen material al respecto. El grupo de investigación de la
Universidad de Córdoba sobre historietas realistas argentinas, por ejemplo. Los
foros de internet, que hoy parecen ser desplazados por otras formas de
interacción, pero que a mí me acercaron informaciones y materiales que de otra
forma hubiese sido muy difícil conseguir. Amigos que viajaban a Argentina y
traían libros desde allá; amigos hechos a través de la red que tomaban parte de
su tiempo y enviaban por correo alguna publicación que suponían me podría
servir. Fueron múltiples los canales para ir dando forma a la narración que constituye
la vida de este hombre.
¿En dónde encontraste
información que te ayudara a describir la vida de Oesterheld?
Como decía, en artículos de diarios, reportajes especiales, webs
completas destinadas a explorar la vida y la obra (a veces con más énfasis en
la segunda) del autor. Hay libros fundamentales para entender el proceso vital
de Oesterheld. Creo que los dos volúmenes que publicó el colectivo La bañadera
del cómic, Oesterheld en primera persona y Oesterheld en tercera persona, son
fundamentales para recuperar testimonios autobiográficos y de personas
contemporáneas a él. También están otros documentos, como los testimonios de
compañeros de cautiverio que están registrados en el informe Nunca más de la
Conadep. Documentales como Imaginadores, La mujer del eternauta, donde se
refleja mucha de la vida íntima y personal de este guionista. Hacia el final de
la escritura de la novela apareció una serie magnífica que produjo la
televisión pública argentina, Germán: últimas viñetas, que recreaba desde la
ficción y el dramatizado los últimos días de Oesterheld en las salas de
redacción de las editoriales de cómics de los años setenta. En fin, documentos
muy variados.
¿Cuál sería la diferencia
sustancial entre tu novela sobre otros documentos existentes acerca de la vida
de Oesterheld?
Intenté hacer una versión de la vida de Oesterheld como a mí me
hubiera gustado conocerla. En todo caso es una provocación a conocer más de su
vida, a través de la consulta de otras fuentes, y también de su obra. Una obra
amplia, variada, llena de matices, con ideas poderosas que se diluyen de manera
injusta en el volumen de su producción. Quizá una diferencia lo constituya la
extranjería, el hecho de que desde el otro extremo de América Latina haya
escrito algo para rendir homenaje a un hombre que vivió de manera congruente
con sus ideales. Tal vez la respuesta más certera a esa pregunta la tengan que
dar los lectores.
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