miércoles, 24 de febrero de 2016


Construir una bomba con palabras


Édgar Adrián Mora, en su libro Continuum, recrea la vida de Héctor Germán Oesterheld.
Este escritor nació en Tlatlauquitepec, Puebla en 1976. Ha publicado los libros Memoria del polvo, Agua, Raza de víctimas, Claves para comprender a América Latina y Continuum. Una novela sobre Héctor G. Oesterheld.



Noctámbulos tuvo el placer de conversar con este escritor mexicano para que pudiera contarnos un poco más acerca de este libro: 




¿De dónde nace tu gusto por la escritura?
De la lectura, sin ninguna duda. A pesar de no provenir de un ambiente letrado, los libros siempre me llamaron la atención. Soy un producto de la mezcla de los volúmenes de aventuras, con los textos fragmentados de los libros de texto gratuito de la SEP, más los descubrimientos que el azar permite en la vida. Cuando ingresé a la universidad la cosa se volvió un poco más sistemática. Fue en el contacto con profesores y, en general, con el ambiente que la Universidad Nacional genera, donde descubrí que quería transmitir a través de la escritura las ideas que se me ocurrían.

¿Cómo surgen tus historias? ¿Tienes toda la trama en la cabeza antes de empezar a escribir, o la historia va creciendo a medida que vas escribiendo?
Varía. A veces tengo muy clara la anécdota que quiero contar. En ese sentido me dedico a llenar los espacios en blanco que hacen coherente o le dan sentido a esa anécdota. En otras ocasiones sólo tengo una idea inicial muy clara y, a partir de eso, desarrollo la historia y ensayo diversos desenlaces para esa idea inicial. A veces, es raro pero ocurre, tengo un final y voy hacia atrás en el intento de construir un relato que considere digno y eficaz para ese final. A veces simplemente me siento a escribir y dejo que las palabras salgan.

Haznos una descripción introductoria a Continuum
Continuum intenta configurar un relato que se basa en diversos hechos biográficos de Héctor Germán Oesterheld. La novela pretende narrar la encrucijada que conformó la vida del guionista de historietas más prolífico de América Latina con su visión del arte, con su vocación libertaria expresada en la participación dentro de un movimiento revolucionario, y cómo la combinación de todo eso dio como resultado una biografía donde los límites entre la ficción y la realidad no son muy claros; en donde la línea entre lo imaginado y lo vivido es muy tenue. Juan Sasturain define en una frase muy atinada a Oesterheld: fue un hombre que vivió a la altura de sus sueños. Ahora, esa vida está asociada, también y sin duda, a la tragedia que se cebó en su familia: la muerte de sus cuatro jóvenes hijas, las parejas de éstas y dos de los nietos a manos de la represión de la dictadura militar.

¿Por qué te interesó indagar en la vida de este escritor argentino?
La historia es fascinante. Es imposible no sentirse atraído por una personalidad como la de Oesterheld: el nerd que no sabe qué quiere en la vida y que cuando lo descubre resulta que es algo por completo fuera de lo común. Me llamó mucho la atención la facilidad que tenía para aventurarse no sólo en  términos de su imaginación sino, incluso, en su vida profesional. Fundar una editorial de cómics y romper muchos de los moldes que se imponían en aquel entonces (la tiranía del “continuará…”, por ejemplo, al publicar historias autoconclusivas). Integrarse a la resistencia armada a la dictadura y, al mismo tiempo, seguir escribiendo. Creo que esa es una de las cosas que más admiro en Oesterheld: su capacidad para escribir desde las situaciones más extremas que uno se pueda imaginar. Era una máquina impresionante de crear historias.

¿Cómo ha sido el proceso de creación para este libro?
Comenzó como un interés académico. La idea del héroe colectivo y lo que ese concepto añadía a un campo en el cual el héroe, por lo general, es un personaje solitario. Trabajé unos dos años en una investigación académica sobre Oesterheld, misma que se convirtió en mi tesis de maestría. Había, sin embargo, una necesidad de contar de manera distinta esa historia que yo había descubierto. Y así fue como comencé a escribir Continuum. Quise que la vida de Oesterheld fuera conocida más allá de las páginas de una tesis de grado. Que fuera una historia asequible que aludiera a reacciones más emocionales en el lector.

¿Cuál es tu opinión acerca del movimiento político por el que tuvo que pasar Oesterheld?
Acerca de la dictadura, creo que fue terrible. Y fue un proceso por el cual pasaron la mayoría de los países de América Latina en esos años feroces de la Guerra Fría y del militarismo como forma de frenar lo que se consideraba la amenaza comunista. La frase que rescata el informe de la Comisión Nacional para la Desaparición de Personas resume lo que debería ser una especie de recordatorio indeleble en la memoria de nuestros países: “Nunca más”.

¿Te fue fácil recopilar fuentes para la creación de este libro?
Relativamente. La maravilla de la internet hizo que mucho del trabajo se desarrollara de manera más amable comparado con las investigaciones que se hacían antes de la utilización de este tipo de herramientas. Hay mucho material en la red sobre Oesterheld, mucho de éste reiterativo, pero otro tanto que ayuda a reconstruir poco a poco su historia. Por internet contacté a colegas que se dedican al estudio de la historieta en Argentina y que con mucha generosidad distribuyen material al respecto. El grupo de investigación de la Universidad de Córdoba sobre historietas realistas argentinas, por ejemplo. Los foros de internet, que hoy parecen ser desplazados por otras formas de interacción, pero que a mí me acercaron informaciones y materiales que de otra forma hubiese sido muy difícil conseguir. Amigos que viajaban a Argentina y traían libros desde allá; amigos hechos a través de la red que tomaban parte de su tiempo y enviaban por correo alguna publicación que suponían me podría servir. Fueron múltiples los canales para ir dando forma a la narración que constituye la vida de este hombre.

¿En dónde encontraste información que te ayudara a describir la vida de Oesterheld?
Como decía, en artículos de diarios, reportajes especiales, webs completas destinadas a explorar la vida y la obra (a veces con más énfasis en la segunda) del autor. Hay libros fundamentales para entender el proceso vital de Oesterheld. Creo que los dos volúmenes que publicó el colectivo La bañadera del cómic, Oesterheld en primera persona y Oesterheld en tercera persona, son fundamentales para recuperar testimonios autobiográficos y de personas contemporáneas a él. También están otros documentos, como los testimonios de compañeros de cautiverio que están registrados en el informe Nunca más de la Conadep. Documentales como Imaginadores, La mujer del eternauta, donde se refleja mucha de la vida íntima y personal de este guionista. Hacia el final de la escritura de la novela apareció una serie magnífica que produjo la televisión pública argentina, Germán: últimas viñetas, que recreaba desde la ficción y el dramatizado los últimos días de Oesterheld en las salas de redacción de las editoriales de cómics de los años setenta. En fin, documentos muy variados.

¿Cuál sería la diferencia sustancial entre tu novela sobre otros documentos existentes acerca de la vida de Oesterheld?
Intenté hacer una versión de la vida de Oesterheld como a mí me hubiera gustado conocerla. En todo caso es una provocación a conocer más de su vida, a través de la consulta de otras fuentes, y también de su obra. Una obra amplia, variada, llena de matices, con ideas poderosas que se diluyen de manera injusta en el volumen de su producción. Quizá una diferencia lo constituya la extranjería, el hecho de que desde el otro extremo de América Latina haya escrito algo para rendir homenaje a un hombre que vivió de manera congruente con sus ideales. Tal vez la respuesta más certera a esa pregunta la tengan que dar los lectores.


Continuum,  Una novela sobre Héctor G. Oesterheld de Édgar Adrián Mora, se presentará en nuestro ciclo Noctámbulos, el viernes 26 de febrero a las 19:00 horas.

Acompañarán al autor el escritor Iván Farías y el editor de Paraíso Perdido Antonio Marts

Te esperamos en Centro Cultural Bella Época: Tamaulipas 202, esquina con Benjamín Hill, colonia Hipódromo Condesa

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